domingo, 19 de abril de 2009

Pequeña Mujercita


Hoy, que mis zapatos te quedan enormes, te escribo.
Hoy, que aún no sabes más que escribir tu nombre con grandes letras de imprenta, quiero escribirte. Aunque aún no puedas leerlo, aunque aún pasen algunos años para comprender el por qué.

En una noche como esta, te parí. Descubrí tu carita de luna llena, en la que se perdía, como un puntito, una pequeña naríz respingada por la que dabas tu primer respiro fuera de mí.

En una noche como esta, me hiciste enormemente felíz, y por primera vez, sentí un goce indescriptible.

Cuando sentí tu piel tersa y suave, no podía adivinar, aún haciendo un deroche de imaginación, cada cosa que me darías, cada palabra que tu boquita emitiría...; desde nombrarme, hasta decirme con esa ternura tan tuya: -"Te amo mami" -. Y yo también... y a medida que pasa el tiempo, más aún.

A veces te espío, como si fuera un ladrón. Te espío para ver una pequeña mujercita, y más cuando consolás a tu hermanito, aunque a veces tengas que pedir auxilio cuando él hace de las suyas.

Descubro, para mi deleite, tu mundo de juguetes y de cuentos. Ese mundo tuyo donde todo es jugar e imitar a los grandes.

Porque a escondidas sacás mis pinturas y te ponés tacos que son algunos números más grandes que tus piecitos; porque te siento hablar con tus muñecas y reprenderlas..., y descubro que empleás mis palabras para ello.

O te sorprendo hojeando revistas de moda infantil, sentada de piernas cruzadas, eligiendo qué ropa nueva podría hacerte mamá.

Creo hijita, que algo que siempre quise decirte de muchas maneras, y que aún después de hacerlo no me alcanzarían los sinónimos, es que TE AMO.
Esperé tanto tiempo encontrar a tu padre, y cuando finalmente lo hice, él me ayudó a descubrir la felicidad de ser tu mamá, él me ayudó a construir cada centímetro tuyo..., me ayuda a educarte, a asombrarme con las pequeñas cosas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario